miércoles, 3 de noviembre de 2010

Tarea 2.0: hacia una base de datos

En un artículo reciente de la revista Marcoele, señala  Simons (2010:3) que para la aplicación de las TICs en el aula de idiomas, en su caso el español, se hace imprescindible tener una visión científica basada en la didáctica de las lenguas, una visión que aclare "qué objetivos deben lograrse en un espacio de tiempo determinado, qué relación tiene que existir entre los conocimientos y las destrezas, cuál es el lugar del uso receptivo y productivo de la lengua, qué relación tiene que existir entre los contenidos adaptados y los auténticos". 

No considero que se deban tomar la TICs como un ente paralelo que funciona de manera autónoma, independiente. Es por ello, que una vez que tenemos todo lo anterior en cuenta (qué, cuál...) es cuando podemos saber dónde podemos usar las TICs y dónde va a resultar más eficaz su uso. Ya que las TICs, como tantos otros medios que han ido surgiendo e incorporándose a las aulas de idiomas, son una herramienta más para hacer útil la docencia y servir igualmente para el desarrollo de las clases. Si bien, es cierto que hay una diferencia entre otros medios como el radiocasete, el reproductor de CD, la tele, el vídeo, el ordenador, la pizarra digital y las TICs, estas últimas tienen un carácter diverso. Internet y sus herramientas puede ayudar a mantener la continuidad de la conversación del aula. Puede darse que a través de las TICs podamos extender el diálogo y permitir que no se interrumpa después de la clase. Es una forma que hay que saber usar pero que nos debería ayudar a que no se detenga este discurso. Creo que es vital mantener constantemente este diálogo del aula, darle la posibilidad de tener continuidad, ad eternum. Que cuando decimos "hasta mañana" o "hasta la próxima clase" no haya un espacio de trabajo personal-individual, sino que si los alumnos o el profesorado deciden aportar algo existe la posibilidad de comunicación, de respuestas, preguntas. Esas son las ventajas del trabajo asincrónico. Para todo ello se hace imprescindible un planteamiento sincronizado y coordinado de las sesiones en el aula y de las tareas 2.0 (el trabajo online). 

Es cierto, que existe un ingente material en la red: Todoele, Didactired y muchísimos blogs como en Aulablog o en Planeta Educativo, por citar algunas plataformas. Pero resulta imposible de abarcar todo este material, caótico y sin organización, además del tiempo que nos puede requerir esa búsqueda, selección y posible adaptación del material ¿cómo hacemos que esas tareas 2.0 estén coordinadas con el trabajo diario o semanal del aula? Mi respuesta es corta pero lleva tiempo: una base de datos de tareas 2.0. Ya con otros profesores me he introducido en el proyecto de crear otra base de datos de materiales de español (base de datos ele). Es un proyecto joven, casi neonato, que está empezando a crearse y que necesita de más reuniones para organizarlo y desarrollarlo con profesionlidad. y eficacia.  Su realización es muy sencilla: organizar por materias, niveles, destrezas,... el material de ELE. Todo ello llevará tiempo.
Para poner un ejemplo, durante unos meses gestioné el blog de una academia de Sevilla, cuatro meses para hacer exactos. En él se trataban diversos tema: actividades de la semana, información de ocio y cultura y actividades online, aquí dejo una simple muestra, una simple actividad para iniciales: actividad para clase. La idea a desarrollar es esa, una recopilación extensa y exhaustiva de tareas 2.0 t organizarle por diversas categorías. Así que ese es uno de los proyectos a llevar a cabo: la base de datos de Tareas 2.0. Tiempo a la tarea, tarea al tiempo.

Bibliografía: 

- Simons, Mathea, "Perspetiva didáctica sobre el uso de las TIC en clase de ELE", revista Marcoele, n.11, http://marcoele.com/, 2010.
- blog de aula Mester Sevilla